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Avanzar es más lento y dificultoso, no habrá ruta marcada y únicamente te limitarás a dar bandazos y a sortear las dificultades según se presenten.
Aunque utilices el método, los hábitos y las rutinas que sean a la hora de planificar, asegúrate siempre de que cumples los siguientes tres requisitos.
Antes de terminar la jornada, planifica por anticipado las tareas que harás al día siguiente.
No seas demasiado ambicioso a la hora de poner tareas en tu planificación y deja hueco para encargos, problemas y tareas imprevistas que seguro llegarán.
Las tareas Clave, sitúalas siempre en momentos del día donde vas a poder dar lo mejor de ti, donde más fresco estés y cuando menos interrupciones se produzcan.
Para determinar en mayor detalle lo que haces realmente te proponemos que realices un registro durante una semana normal de trabajo.
Según vaya desarrollándose tu jornada, anota periódicamente las distintas actividades que realizas. Puedes hacerlo cada vez que inicias -o terminas- una de ellas. Así podrás saber el tiempo que le has dedicado.
Anota, también, la importancia -A, B, C- que tiene la actividad a su juicio.
A.
Muy importante para lograr los objetivos marcados
B.
Medianamente importantes para lograr los objetivos.
C.
Prácticamente sin importancia de cara al logro de sus objetivos.
Te será de utilidad registrar también las interrupciones y conviene recoger el medio - teléfono, visita...-, el “culpable”, y sobre todo, la importancia del tema planteado. Obviamente, las interrupciones resultan positivas en ocasiones, además de formar parte de nuestro trabajo, pero es preciso saber quién nos interrumpe habitualmente y para qué.
1- Clasifica cada una de las actividades en tantas categorías como te parezca oportuno para poder realizar un adecuado análisis. No tengas miedo a pasarte: es mucho más fácil integrar conceptos a posteriori que intentar desagregarlos. No te preocupes por cuestiones de forma. Incluso un análisis incompleto le será de gran utilidad. Al final podrás disponer, una vez realizadas las oportunas sumas, del tiempo total que has dedicado a cada actividad o tipo de actividad.
2- Calcula lo que supone en porcentaje.
3- Extrae tus propias conclusiones. Por ejemplo;
¿Cuánto tiempo dedicas a cada actividad?
¿Contribuye cada cosa que haces a los objetivos que estás tratando de lograr?
¿Estás haciendo cosas que, pura y simplemente, no sería necesario hacer porque no repercuten sobre tus objetivos?
¿Hay actividades que podrías desarrollar, con suficiente eficacia, -o, al menos, con más rentabilidad- otra persona?
¿Qué pasaría si no se hubiera hecho una actividad tipo A?
¿Qué pasaría si no se hubiera hecho una actividad tipo C?
¿Podrías modificar o combinar unas actividades con otras?
¿Podrías dedicarle menos tiempo sin dejar de obtener resultados suficientemente aceptables a unas actividades en concreto?
¿A qué actividades debes de dedicar más tiempo?
Las tareas elefante son tareas grandes que incluyen a su vez otras tareas dentro de ellas. ¡Ten cuidado, que tienen trampa! Si queremos trabajar mejor y de manera más inteligente, la comprensión, la planificación y completar estas tareas de manera correcta es clave.
Estas tareas, que nos pueden llevar horas o días completarlas, no son tareas “reales” sino mini-proyectos. Y tratarlas como tal, es la manera de lidiar con ellas.
Entonces, ¿cómo trabajar con las “tareas elefante”?
La única forma de poder comerse un elefante es en trozos pequeños. Hay que dividir las tareas en bloques más pequeños, lo que llamamos sub-tareas, que se pueden desarrollar de manera sencilla y muy rápida. Invertir algo de tiempo al inicio de la planificación puede ahorrarte muchos quebraderos de cabeza a posteriori.
Sigue los siguientes pasos y no te volverás a quedar atascado en una tarea de elefante.
Seguiremos los consejos del famoso blog de productividad ThinkWasabi:
Los Mapas Mentales son un recurso muy eficaz cuando quieres estudiar, comprender y organizar el volumen de trabajo que tienes por delante. Tomar una hoja de papel y un lápiz y trazar un mapa mental no te llevará más de 3-5 minutos y este primer paso te ayudará a que los siguientes vayan en la dirección correcta.
Es mejor hacer este ejercicio en papel, en lugar de mentalmente; no siempre nos las arreglamos para ver la imagen completa (todo lo que se debe hacer) en nuestras cabezas.
¡Este es el ingrediente secreto para derrotar a las tareas de elefantes! Si hay un momento bueno para desempolvarla y ponerla en práctica, es a la hora de enfrentarte a una Tarea Elefante.
Haber realizado el análisis te ayudará enormemente en el proceso de dividir la tarea elefante en acciones más pequeñas. Este detalle es la diferencia entre completar tu tarea de manera rápida y bien, y “asfixiarte” en él, lo que complicará tu día de trabajo o la semana.
El hecho (previo) de haber representado visualmente, sobre el papel o una pizarra, todo el trabajo que hay por delante, te ayudará una barbaridad a trocear, dividir y despiezar esa gran tarea en otras muchas. Así que, como si en tu mano tuvieras unas tijeras virtuales, el segundo paso consiste en trocear la gran tarea en partes. En etapas, fases, escalones.
Cada parte de la tarea de elefante es diferente: tiene un impacto diferente, demanda más o menos de ti. Habrá partes de las que tendrás que preocuparte más, colocándolas en tus horas de máxima eficiencia y protegerlas de distracciones e interrupciones. Otras no tanto, porque son más mecánicas o menos intensas.
En este paso es esencial detectar los puntos clave de la tarea principal. Mira las 5 o 10 subtareas que has creado y pregúntate cuáles son las más importantes, las más delicadas, las más complejas. Márcalas con la estrella para diferenciarlas del resto.
Dentro de esa Tarea Elefante cada parte es distinta, tiene más o menos impacto, exige más o menos de ti. Habrá partes que tengas que cuidar más, que situar en tus horas más productivas, que proteger de distracciones e interrupciones. Y otras no tanto, porque sean más mecánicas o de baja intensidad.
Este paso es consecuencia directa del anterior. Una vez que tienes identificada la naturaleza de cada parte de la tarea, te resultará más sencillo repartirlas a lo largo de las próximas horas, la mañana o todo el día que exija esa tarea. No es lo mismo hacer la parte creativa al comienzo del día, cuando estás más fresco e inspirado, que después de comer con el sopor de la tarde/digestión.
Tanto cuando se trabaja en tareas elefante como al realizar otras tareas de trabajo o estudio, la elección del mejor momento y el orden correcto es la clave para acabar con ellas con éxito.
De este modo, puedo acordar conmigo organizarme así: «Empezaré con la parte de escribir, la más creativa. La haré nada más empezar, que es cuando más despejado estoy. El tema de fotos y maquetación lo puedo hacer hacia el final de la mañana…». Y así con cada una de las partes. Elegir el mejor momento, la mejor hora, para cada una de esas partes, resulta clave para terminarla bien.
Evidentemente no sólo tendrás que hacer esa tarea. Sino compaginarla con otras y variadas (Email, llamadas, tareas complementarias…). El hecho de esquematizar, dividir, trocear e identificar las partes clave y menores, te permitirá organizar el día (o los días) con mucha más facilidad. Y así podrás distribuir todas las piezas sobre el tablero con más criterio. De lo contrario, improvisarás y terminarás haciendo una chapuza.
Hacer esta mini-planificación (rápida, no estamos hablando de más de 10-12 minutos) ayudará a hacer antes y mejor esas Tareas Elefante. Porque hay que dar con la forma de compaginarlas con otras cosas, garantizar que las haces bien de principio a fin y, sobre todo, que no descuidas las partes más importantes. Y eso ciertamente es difícil cuando duran varias horas y tu concentración y energía van poco a poco hacia abajo.
Es necesario que empieces a decidir qué haces y qué no haces. Cada decisión tiene una repercusión sobre ti, sobre tu rendimiento, sobre tu trabajo, …
Y para ello tendrás que filtrar por orden de importancia.
La urgencia es una cualidad asociada al tiempo. Aumenta tanto a medida que te queda menos tiempo para la fecha límite, como en función del volumen de la tarea.
Entre dos tareas que requieran el mismo tiempo de realización, la más urgente es la que tenga la fecha límite antes.
Entre dos tareas que requieran la misma fecha límite, la más urgente es la que lleve más tiempo hacer.
La importancia es una cualidad asociada a las consecuencias. Una tarea aumenta su importancia si las consecuencias de fracasar en ella también aumentan. En otras palabras, una tarea es importante solo si las consecuencias que sufriremos al no hacerla son graves.
Entre dos tareas, aunque no se parezcan en nada, la más importante será siempre la que cause efectos más graves en caso de no completarla.
Dos tareas con consecuencias similares, independientemente del volumen de trabajo o dificultad, son igualmente importantes.
(Ej: tan importante es escribir un informe como llevarlo a la persona indicada)
Eso querría decir que el tiempo que te lleva la tarea es más que el que te queda. Como resulta evidente, ya es una tarea imposibe.
No malgastes esfuerzos empezando algo que no va a dar resultados o, por el contrario, negocia ampliar la fecha límite.
La tarea menos urgente posible es aquella que se hace instantáneamente (0 segundos) o para la que te queda tiempo infinito (lo que en el mundo real significa: no hay fecha límite).
HOJA DE INVENTARIO: Anotar todas las tareas que haya que hacer.
Incluir:
▶Tiempo estimado de realización de cada “mordisco”.
▶Prever fecha de realización.
▶IMPORTANTE: si en algún momento hay un hueco libre (cancelación de reunión, etc.) ... zámpate un trocito de la “tarea elefante”.
▶Clasificar cada tarea en URGENTE o IMPORTANTE.
▶Jerarquizar por orden de prioridad dentro de cada grupo.
▶Asigne una duración estimada de cada tarea.
▶Asigne un horario de ejecución de cada tarea.
▶Asigne una duración estimada para los imprevistos.
Descubra el inmenso placer de tachar cada tarea terminada.
▶Anotar cada llamada que se recibe, para devolver en el horario asignado..
▶Anotar cada tarea realizada no prevista (reunión, trabajos, llamadas, etc.) al principio del día.
Gran parte de nuestra jornada laboral está sometida a lo que acontece en el día a día. Para gestionar estos imprevistos, es decir, hechos no planificados y a los que debemos atender inicialmente, tenemos que formularnos las siguientes preguntas inicialmente para tomar nosotros una decisión u otra.
1. ¿Para cuándo necesita ser resuelto y/o atendido?: A corto plazo o largo plazo.
2. ¿Por qué?, efectos y consecuencias: Poco importante o muy importante.
3. ¿Es importante que lo haga yo? ; ¿No puede hacerlo otro?
En función de la naturaleza de estos imprevistos estaremos en un cuadrante u otro. No obstante, a veces las circunstancias nos obligan a tener que actuar de forma forzada. Pero hay que esforzarse para ser dueño del tiempo de uno mismo para no ser “zarandeado” continuamente.
Pocas cosas se resuelven bien sin análisis previo. ¡Pregunte y Analice!
Tu prioridad es hacer tus propias tareas y completarlas.
Implica saber distinguir las tareas según su impacto y el resultado que generen. Tanto si es una tarea tuya como si viene de la mano de otra persona.
Ponle tú “nombre” a las tareas. Averigua si es tan “clave”, “importantísima” y “urgentísima” como dicen.
Cada imprevisto, trabajo extra o tarea inesperada, supone una pieza más en el puzzle.
Antes de aceptarla estudia si es posible recolocarla sin que afecte a tu nivel de compromiso ni calidad.
No lo veas como algo que te “han encasquetado” sino como algo que quieres y vas a hacer.
Porque habitualmente, en una oficina, todo lo urgente rara vez es importante.
“Hay que hacer esto ya, es muy urgente. Venga, hazme ese favor”. ¿Cuántas veces has escuchado esa frase o una similar?
Detrás de esa frase está uno de los mayores enemigos de la productividad.
Aceptar como importante todo lo que nos dicen que es “urgente”, te llevará a un constante estado de crisis y estrés, y jamás lograrás hacer tus propias tareas.
Antes de decir «sí», hazte estas rápidas preguntas:
▶¿Estoy trabajando ahora una tarea importante?
▶¿Es una Tarea Clave?
▶¿Qué pasaría si yo interrumpiera?
▶¿Verdaderamente tengo que hacer yo eso?
▶¿Qué me va a suponer?
Sonríe y mantén una actitud pausada y positiva.
No seas brusco.
Sé comprensivo con la urgencia, los motivos y la responsabilidad de la otra persona.
Reconócelo abiertamente y házselo saber: “Entiendo. Veo que lo que me pides es bastante urgente”.
Exponle el motivo de demorar su urgencia.
Hazlo con franqueza pero de forma rotunda: “Entiendo. Veo que lo que pides es bastante urgente. Pero justo ahora mismo estoy terminando este informe que es muy importante por...”.
Si no vas a hacerlo, díselo y si estás posponiendo esa tarea pero más adelante vas a ponerte con ella, díselo también.
Sin caer en la falta de compañerismo o en la antipatía, habrías conseguido seguir con tu plan y terminar tus tareas con concentración.
¿Qué hacer cuando tenemos una tarea importante entre manos pero su finalización no depende de nosotros?
¿Cómo hacerlo cuando a veces trabajamos con personas poco ágiles, algo perezosas y hasta indolentes?
¿Cómo hacerles ver la importancia de terminar esa tarea cuando parecen pasar de todo?
Trata de que se motiven y vean la tarea del mismo modo que la ves tú: algo importante que debe terminarse con la mayor agilidad y excelencia
No intentes convertir en productivos a quienes no lo son.
Lo importante, para ti, es conseguir que se haga la tarea. Busca el resultado, no la sanación de su alma improductiva.
Nunca les hables en términos de productividad, de responsabilidad profesional o de objetivos de empresa.
Posiblemente todo eso les traiga sin cuidado. Convénceles utilizando “su lenguaje”.
Ellos se mueven y se ponen en marcha cuando ven que pueden obtener un beneficio. Analiza la situación Y busca su incentivo.
Si lo intentas y chocas contra un muro, no desistas.
Sonríe y actúa con actitud positiva y decidida. Aunque este tipo de personas te generan frustración, irritación e indignación, piensa que, quieras o no, cada día vas a verlas y tienes que trabajar con ellas.
El mejor modo para hacerlo es sonriendo.
(*) ¿En qué categorías encajará el trabajo del futuro, que yo lo tenemos con nosotros?, y más con la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), y nuevas generaciones de robots “inteligentes”.
1. La planificación y tu método para gestionar y hacer las tareas, son el mapa del camino que tienes que recorrer cada día.
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2. Sin planificación ahorras tiempo y el camino por recorrer se vuelve más sencillo.
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3. Antes de terminar la jornada, debes planificar por anticipado las tareas que harás al día siguiente.
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4. La diferencia entre tener éxito y no tenerlo depende de la forma en que cada uno de nosotros emplee su ración diaria de 24 horas.
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5. Las tareas elefante son tareas grandes que incluyen a su vez otras tareas dentro de ellas.
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6. Los Mapas Mentales son un recurso muy poco eficaz cuando quieres estudiar.
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7. Cada decisión tiene una repercusión sobre ti, sobre tu rendimiento, sobre tu trabajo.
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8. La urgencia es una cualidad asociada al tiempo. Aumenta tanto a medida que te queda menos tiempo para la fecha límite, como en función del volumen de la tarea.
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9. Una tarea disminuye su importancia si las consecuencias de fracasar en ella aumentan.
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10. La tarea menos urgente posible es aquella que se hace instantáneamente.
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Debe acertar el 60% de las preguntas para superar el test
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Fallos |
Aciertos |
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Porcentaje obtenido: 0% TEST NO SUPERADO TEST SUPERADO |
¿Necesitas tiempo para hacer lo que realmente te gusta?, ¿Al final del día te encuentras que te faltan horas para acabar todos tus tareas?, ¿Te encuentras sin energía para realizar lo que te motiva?. No necesitas más horas, ni un reloj mágico, lo que necesitas es una brújula para saber elegir mejor.
Si sabes como funciona el cerebro, sabrás que a este le encanta distraerse. Necesitamos focalizar la atención y eliminar distracciones. Fácil decirlo, pero ¿cómo lo conseguiremos?.
Hay quien dice que dominar el tiempo es como dominar el viento, imposible. Otros, un poco menos pesimistas, sostienen que la buena administración del tiempo depende, sobre todo, de actitudes. Más que de conocimientos y técnicas, que es lo que se suele aprender en cursos de formación.
Nuestro curso de Capacidad de Organización y Planificación, de una forma práctica y realista, ayudará al participante a encontrar respuestas válidas en su caso y a poner en marcha acciones concretas para conseguir los objetivos que se plantee con sus 24 horas.
Una formación en administración del tiempo, para que sea útil, debe aportar técnicas y proporcionar herramientas, pero también debería generar actitudes y hábitos (lo que haces y cómo lo haces) en el participante que le posibiliten realmente introducir cambios en su actual del tiempo.
Al finalizar el curso, el participante será capaz de:
Bloque I: Bienvenida
Lección 1: El valor del Tiempo
Lección 2: Principios Universales
Bloque II: No es el tiempo, eres tú
Lección 3: Mi relación con el tiempo
Bloque III: Métodos de productividad
Lección 4: Getting Things Done
Lección 5: Zen To Do
Lección 6: Técnica Pomodoro
Lección 7: Método Kanban
Bloque IV: Aprende a Planificar y Priorizar
Lección 8: Planificar y Priorizar
Lección 9: Deja de aplazar las cosas
Bloque V: Protégete de los Ladrones de Tiempo
Lección 10: Mail
Lección 11: Teléfono
Lección 12: Mi espacio de trabajo
Lección 13: Mis hábitos
Lección 14: Gestión de interrupciones: Respeta tu concentr-atención
Bloque VI: Mi Plan de Acción
Lección 15: ¿Y ahora qué? Llegó la hora de ponerse manos a la obra
La procrastinación eficiente
John Perry
Procrastinación
Piers Steel
Hazlo ahora: Supera la procrastinacion y saca provecho de tu tiempo libre
Neil Fiore
Organízate con eficacia -edición revisada (Gestión del conocimiento)
David Allen
Productividad personal: Aprende a liberarte del estrés con GTD
José Miguel Bolivar
Gtd práctico: ¿Quieres mejorar tu productividad rápidamente? (Asciende a otro nivel: Desarrolla tus Habilidades Directivas nº 13)
Miguel A. de la Vega
La asertividad: expresión de una sana autoestima
Olga Castanyer
Aplicaciones de la asertividad
Olga Castanyer Maier-Spiess
Asertividad En El Trabajo
Estela Ortega/Olga Castanyer
No me vengas con que NO TENGO TIEMPO
Laura y Cristina Nicolàs
USO EFICAZ DEL TIEMPO: Trabajar más horas o más deprisa no es la solución
José María Acosta Vera
La Semana Laboral De 4 Horas
Timothy Ferriss
Kanban: Cambio Evolutivo Exitoso Para su Negocio de Tecnología
David J Anderson y Donald G Reinertsen
Zen To Done: The Ultimate Simple Productivity System
Leo Babauta
Gestiona mejor tu vida: Claves y hábitos para ser más productivo
Alberto Pena
Productividad para trabajar en la oficina
Alberto Pena
Más tiempo para los más ocupados
Alberto Pena
Metas: Estrategias prácticas para determinar y conquistar sus objetivos
Brian Tracy